El día muere y nubes oscuras se alzan sobre tu mirada,
empapado de pasión, nos adentramos en el silencio,
las viejas y lúgubres cruces, cortan el aire como
oxidados recuerdos y putrefacta realidad.
Embriagador perfume de la soledad, en la humedad
de los muros que nos rodean, que alimentan el deseo
y enmudece mis labios.
Como dos serpientes, se entrelazan nuestros dedos,
mientras el veneno adentra en nuestra mirada,
Temiendo a la muerte, bebo del antídoto de tus dulces
labios.
2 almas nos observan en la oscuridad, añorando
el aliento y vencidas x la triste realidad, vuelven
a su lecho.
Por Lucy.
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