viernes, noviembre 16, 2018

Soñé, que soñaba tu sueño.

Aprendí, a alejarme de lo echos.
Para, la fatiga contener.
Creando, mi propio destino,
hallando, a mi ser.

Se que no, estaré completo.
Si no te ayudo a crecer.
Conozco, varios remedios.
Para el alma engrandecer.

Aprendí, a alejarme de lo echos.
Para, la fatiga contener.
Creando, mi propio destino,
Y hallando, a mi ser.

Olvida, la locura que nos unió.
Tu andar, a tu horizonte,
olvidando el dolor.

Aprendí, a alejarme de lo echos.
Para, la fatiga contener.
Creando, mi propio destino,
Y hallando, a mi ser.

Yo ya he visto el día.
En el que, revives al atardecer.
Tras haber aprendió, del gran dolor.

Aprendí, a alejarme de lo echos.
Para, la fatiga contener.
Creando, mi propio destino,
Y hallando, a mi ser.

Si te fijas en un punto, te pierdes el infinito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay que alejarse de los hechos, pues hechos están, la respuesta a eso es, saber llevar esos hechos de la mejor forma posible, saber perdonar.
El destino lo labramos nosotros mismo con nuestros actos. Por eso hay que saber ver quién eres y que quieres conseguir. La persona que se estudia a sí misma y se da cuenta de sus propios errores, del ego y sus malos actos, es inteligente cuando reconoce que no ha hecho del todo bien su camino y hay detalles de su persona que deberían de cambiar para poder encontrar la humildad y sobre todo la bondad.